Tutankamón padeció paludismo según estudios de ADN

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Con genealogía molecular y paleogenética, se le detectó malaria a Tutankamón
Con genealogía molecular y paleogenética, se le detectó malaria a Tutankamón

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18-05-2010

Un misterio tan antiguo como el Egipto de los faraones, acaba de ser resuelto: el joven rey Tutankamón murió a consecuencia de la malaria y de una enfermedad ósea.

En un artículo de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés), publicado a principios de 2010, se conocieron los pormenores de una investigación que combinó técnicas de identificación con ADN, estudios radiológicos y la comparación morfológica de unas 11 momias acreditadas como familiares, incluida la del joven faraón, para determinar las causas de su muerte.



El equipo de 17 investigadores de Egipto, Alemania e Italia, supervisado por el jefe de la arqueología egipcia Zahi Hawass, trabajó durante dos años en este proyecto que abre un nuevo campo de estudio en la genealogía molecular y la paleo-genética de las enfermedades en la época de los faraones.

"Se puede establecer una nueva disciplina científica llamada egiptología molecular que combina las ciencias naturales, las ciencias de la vida y la cultura, las humanidades, la medicina y otros campos", aseguran en el reporte.

La frágil salud de Tutankamón

Los análisis revelan que el joven rey sufría múltiples dolencias que le provocaron un síndrome inflamatorio e inmuno-supresivo que le debilitaba mucho.

Además de la dolorosa necrosis en los huesos, causada por la enfermedad de Köhler, que le obligaba a usar bastones para poder caminar (en su ajuar se encontraron hasta 130), se le detectó una malformación (hipofalangismo) en el pie derecho y una deformación en el izquierdo. El estudio confirmó también la fractura de una de sus piernas, producto de una caída.

La salud de Tutankamón, ya de por si precaria, peligró aún más cuando se infectó de malaria; el hallazgo de una considerable cantidad de productos de uso médico en su tumba apoyaría este diagnóstico.

Todos estos elementos determinaron la muerte del faraón que ascendió al trono a la edad de 11 años y murió posiblemente a los 19, alrededor del año mil 325 antes de Cristo.

La leyenda no termina

La investigación, realizada de 2007 a 2009, descarta que el faraón sufriera de ginecomastia, desarrollo casi femenino de los pechos en los varones, o el síndrome de Marfan, que se caracteriza por generar brazos y piernas alargados.

Sin embargo, no todos los arqueólogos del mundo comparten el mismo entusiasmo. Para algunos, como el profesor de arqueología de la Universidad de El Cairo, Abdel Halim Nureddin, el material genético de las momias estudiadas puede estar corrompido por el tiempo, además de que se necesitan otras pruebas arqueológicas para confirmar con certeza la genealogía de Tutankamón. La leyenda no termina: el joven monarca, sigue dando de qué hablar.

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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